Décimo mes

¡Entramos en la primavera y, a lo lejos, huele a cumpleaños!

Si Andrea nos leyera, lo corroboraría ;)

Gael está cambiando a pasos agigantados, qué risas trae últimamente... ¡Son contagiosas!

Gatea por toda la casa a la velocidad de la luz y se pone de pie con cualquier apoyo: mesas, sillas, sofás, pared... Cada vez con más seguridad. Cuando lo consigue se gira y te mira sonriente. ¡El esfuerzo ha valido la pena!

También come cada vez más cantidad porque claro, con tanto desgaste hay que reponer fuerzas: trocitos de tomate de nuestra ensalada o de pechuga son algunos de los manjares que ha incorporado estos últimos días a su dieta, sentado a la mesa con las mamás (a menudo, después de haberse tomado un bol de comidita rica ya). El plátano se lo come él solo a mordiscos y se lo pasa pipa, pone una cara de investigación... El arroz inflado también se lo come él solito desde hace algún tiempo... ¡Le encanta atrapar los granitos con sus dedos!

Hemos comenzado a ir a yoga y el tío se recorre la sala en un pispás, explora cada rincón y luego se arrima a la profe (la adora desde el primer día, porque aunque a cualquiera le hace bracitos para curiosear desde su regazo, con ella fue un flechazo directo) o a mí para hacer ejercicios la mar de divertidos, jajaja.

En la pisci cada vez disfruta más. Se tira por el tobogán improvisado o se divierte nadando bajo el puente (no sé si se lo pasa mejor él o nosotras, aventureras empedernidas). Se recorre la colchoneta acuática de cabo a rabo a gatas, mientras le esperamos al otro lado para abrazarlo y seguir disfrutando del agua juntos. ¡Qué risas!

Nos persigue, dice "babababa-tatatata-jojojojo-iaiaiaia" y señala las lámparas o algunas cosillas más. ¡Nos lo comemos a besos!

Nos hace gracia cómo se va perfilando el carácter de nuestro príncipe de mazapán, cada vez más sociable y curioso.

Es una etapa de espalda baldá, de actividad a tope, pero cuánta recompensa, por favor...

Llevamos una racha de eventos sin parar: obritas de teatro ("Sueños de papel" y "Chof-chof"... recomendables a tope), presentación de Al Caliu, Asociación de Doulas de la Comunidad Valenciana (de la que soy socia fundadora ¡y tesorera, jaja!), participación en la mesa redonda de Género e Intergeneracionalidad de La Nau (ya subimos una fotito en la entrada anterior), asistencia a la charla sobre Maternidad Slow que daba M.ª José, nuestra doulita, en la Feria Alternativa de Castellón... No hemos parado, y Gael ha disfrutado mucho de todo, aunque menudo tute se ha llevado algunos días, pobre. Nos lo perdona todo, angelico mío.

También en el sueño se nota que Gael acaba los días exhausto con tanta actividad psicomotriz. Las noches están siendo mejores, porque nuestro niño es un gogó, bastante nocturno, pero ahora que la dentición le está dando una tregua y con tanto ajetreo, sus noches comienzan más temprano y siguen del tirón hasta media mañana, con varias tomas durante la noche de las que no siempre somos conscientes, ya que el colecho ayuda bastante al respecto, sobre todo cuando tu cuerpo y tu mente ya se han amoldado al ritmo y a las posturas acordes para ello, jejeje. ¡Bendito placer acurrucado!

Mientras esperamos la llegada del undécimo mes, cruzaremos los dedos para que una familia muy especial consiga su sueño y, por supuesto, para que tantas otras sigan luchando por los suyos día a día... porque siempre vale la pena.

Un besote triple y cálido bien sonoro.

¡Y bienvenida, Alexa!