Undécimo mes

Ya van 11 meses, madre mía...

Ahora mismo, a las 21:10, nació nuestro pequeño gran maestro... hace 11 meses.

Gael, cielo mío, no sabes lo que ha cambiado nuestra vida desde tu nacimiento... Ahora sentimos, amamos y vivimos a través de tus ojos, de tu piel, de tu boca, de tus orejitas y de tu naricilla de botón.

No paras de corretear por toda la casa, poniéndote de pie y dando pasitos agarrado a lo primero que pillas o haciendo equilibrios cada vez durante más tiempo sin apoyo... Eres un trapecista nato, jeje. Eso sí, como más rápido llegas a todo sigue siendo a gatas: ¡menudo profesional!

Te encanta la paella, las lentejitas, trocitos de pavo y la mona de Pascua, jajaja... entre otros nuevos manjares que has ido incorporando a tu dieta.

Te lo pasas pipa rasgando papel, con esos morritos que pones cuando la tarea que te mantiene ocupado te parece la más interesante del mundo.

Parece que ya nos llamas (ma-ma...), nombras tu comida (ba-ba) y te relames con las deliciosas recetas de mami (yammmm). Reconoces a las personas que quieres y te encanta que te zarandeen de un lado para otro... sobre todo si te ponen del revés y te columpian, jaja, como hacemos en yoga.

Nos partimos de risa jugando los tres tirados por el suelo, a gatas o sentados, haciendo la croqueta y jugando a pillar... Eso te emociona mucho, te alucina que te persigan y te pillen, y menuda velocidad coges para escapar, jajaja. Aunque a veces te rindes a nuestros pies para buscar un abracito cariñosón, y entonces, sencillamente, nos derretimos.

Los toboganes son lo más, te flipa tirarte por ellos y mientras lo haces pones esa carita de satisfacción, sonriendo y mostrando los cuatro nuevos dientes que te han salido (vamos por los ocho en total). Bueno, y pasear en tu triciclo o montar en tu caballo de madera te divierte mucho también.

Hemos estado unos días en la playita y te lo has pasado pipa con los primitos, y en Fallas te paseaste de lo lindo viendo todo el percal que lucía por tierras levantinas... Y sí, te dejaste vestir de fallerete, pobre mío, jaja, qué perrerías te hacemos.

Estás hecho un bailongo y en cuanto oyes un poquito de música (la canción del chipirón, jaja, o las melodías del correpasillos que te regaló la iaia Presen o la mesita de la teta Laia), te lanzas a la pista... Con tu dedo índice, en plan chulo, y la pierna con ritmoooo, en plan discotequero, jajaja... Estás para comerte, tan feliz :D

Sigues tomando mucha tetita, pero sobre todo para conciliar el sueño o al despertar, porque durante el día, a no ser que sea porque te entra una sed tremenda de repente, eso de parar quieto no lo ves del todo claro ni para mamar, porque claro, explorar el mundo te tiene atrapado, jeje.

A la mamá le ha bajado la regla, ooooh... Después de 20 meses no está mal que volviera, pero me pilló de sopetón y tuve que elaborar el duelo simbólico para cerrar una etapa y comenzar otra... Para ello, y aprovechando que a la tía Inma le bajó por primera vez también después de tener al tete Joan, hicimos un simulacro de cerrada, un ritual (cerrada de caderas) ancestral para despedir esa etapa de posparto para dar lugar a un largo y feliz puerperio inmerso en la crianza consciente de nuestros retoños. Fue bonito, aunque fugaz... Otro día lo retomaremos con calma ;)

Deseamos que este último mes de tu primer año lo disfrutes tanto como los anteriores, con esa cara de sabiduría natural que irradias, con ese cariño que nos muestras con tus besos de mazapán y con esa mirada repleta de cosquilleos multicolores que nos regalas cada día.

Ahora a prepararse para el crucero, para las escapaditas primaverales que se avecinan, para los eventos douleros próximos y, sobre todo, para tu primer cumple, mi vida.

Un abrazo a todas las familias que nos siguen la pista...